Microplásticos en los alimentos: cómo detectarlos en laboratorio

Innovación y equipamiento científico al servicio del control de microplásticos en el sector alimentario.

Cada vez escuchamos más hablar de los microplásticos y de su presencia en el medio ambiente, el agua e incluso en los alimentos que consumimos a diario. Pero ¿sabemos realmente qué son, cómo llegan hasta nuestra mesa y qué papel juega el laboratorio en su detección?

En este artículo analizamos cómo los laboratorios contribuyen a entender y controlar este fenómeno creciente, qué técnicas analíticas se utilizan y qué equipamiento resulta fundamental para garantizar resultados precisos y fiables.

En primer lugar… ¿Qué son los microplásticos y por qué preocupan?

Microplásticos Blog SciSols

Los microplásticos son fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros que provienen, principalmente, de la degradación de materiales plásticos mayores (botellas, envases, textiles sintéticos, etc.) o de productos que los incorporan directamente (como cosméticos o pinturas).

El problema es que estos diminutos fragmentos son tan ligeros y resistentes que pueden llegar prácticamente a cualquier parte: océanos, suelos agrícolas, aire e incluso alimentos de origen vegetal y animal. En los últimos años, diversos estudios han encontrado microplásticos en pescados, mariscos, miel, sal e incluso agua embotellada.

Aunque aún se investiga su impacto en la salud humana, se sospecha que su ingestión continuada puede provocar efectos inflamatorios o actuar como vehículo de sustancias químicas nocivas. Por ello, la detección y cuantificación de microplásticos se ha convertido en un reto clave para los laboratorios de análisis ambiental y alimentario.

¿Cómo se detectan los microplásticos en los alimentos?

Detectar microplásticos no es una tarea sencilla: se trata de partículas muy pequeñas, de composición variable y en concentraciones bajas. Por eso, los laboratorios emplean técnicas avanzadas para su extracción, identificación y cuantificación.

A continuación, se resumen las fases principales del proceso analítico:

1. Preparación y separación de la muestra

Dependiendo del tipo de alimento (líquido, sólido, graso), es necesario realizar una digestión previa para eliminar la materia orgánica sin alterar las partículas plásticas.
Se utilizan disoluciones oxidantes o enzimáticas y posteriormente una filtración para retener los microplásticos en membranas específicas.

2. Observación y caracterización microscópica

Una vez aisladas, las partículas se observan con microscopios ópticos o electrónicos para determinar su tamaño, forma y color. Esta etapa permite una primera clasificación visual, aunque no aporta información química sobre el tipo de plástico.

3. Identificación química

Para conocer la naturaleza exacta de las partículas se emplean técnicas espectroscópicas avanzadas como:

    • FTIR (Espectroscopía Infrarroja por Transformada de Fourier): permite identificar los polímeros por su huella espectral característica.

    • Raman: útil para partículas muy pequeñas (hasta el rango de micras).

    • Pirólisis-GC/MS (Cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas): ideal para identificar y cuantificar los tipos de polímeros presentes tras la descomposición térmica.

Cada método tiene sus ventajas y limitaciones, y la combinación de varios ofrece resultados más fiables.

Equipos esenciales en el laboratorio

El análisis de microplásticos requiere infraestructuras de laboratorio específicas para evitar contaminaciones cruzadas y garantizar precisión.
Entre los equipos más utilizados destacan:

El estudio de los microplásticos en alimentos no solo es un tema de investigación, sino también un asunto de salud pública y sostenibilidad.
A medida que se desarrollan nuevas técnicas y se armonizan los protocolos internacionales, los laboratorios se convierten en el primer eslabón en la cadena que permite comprender y reducir este problema.

Gracias a la combinación de ciencia, tecnología y equipamiento adecuado, cada análisis nos acerca un paso más a comprender el verdadero impacto de los microplásticos y a diseñar estrategias para mitigarlo.

En Scisols, como distribuidores de material y equipos para laboratorio, asesoramos a nuestros clientes sobre la elección de los equipos más adecuados para la detección de microplásticos y otros análisis complejos de seguridad alimentaria.

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